Este es un libro especial para todo aquel que desea fortalecer su FE y ser testigo del poder de Dios obrando milagros y grandes maravillas, a través de
Si usted está luchando y no está consiguiendo alcanzar una fe sólida, o no está recibiendo respuestas a sus oraciones, este libro le brindará una comprensión que puede cambiar su vida por completo.
En este libro encontrarás los motivos que impiden a Dios atender tus súplicas, y las instrucciones que el Eterno señala, a través de las Sagradas Escrituras, para quienes desean cosechar los frutos de
¡Dios ha prometido oír y responder tus oraciones!
Está escrito: ... Entonces clamarás, y el Señor te responderá; gritaréis y Él dirá: Aquí estoy. (Isaías 58:9)
Si quieres aprender qué es
Salmo 25:12 dice: "¿Qué hombre hay que teme al Señor? Él le enseñará el camino que debe escoger." Muchas veces tenemos que tomar decisiones serias en la vida, y tenemos dudas sobre lo que debemos hacer... Y es en esos momentos cuando nuestro contacto con Dios hace la diferencia. Pero hoy quiero estudiar contigo los dos primeros versículos del Salmo 141, porque allí hay muchas lecciones para nosotros. El salmista comienza su oración de la siguiente manera: "¡Oh Señor, a ti clamo; escúchame! ¡Apresúrate a ayudarme! ¡Escucha mi voz cuando clamo a ti!" Vea el vídeo.
La causa del sufrimiento, las enfermedades, las dificultades financieras y los problemas en general es el hecho de que permitimos la acción de los demonios en nuestra vida. Pero cuando estamos en comunión con Dios, Él nos ilumina, nos guía por el camino que debemos andar, nos da fuerzas para luchar contra los embates del maligno, nos hace vencer las tentaciones y nos libera de las trampas del enemigo. Nuestro Dios nos hace capaces. Él nos da la autoridad para expulsar a los espíritus malignos, y debemos hacerlo siempre, porque son estos espíritus, estas fuerzas demoníacas las que nos causan problemas, nos traen enfermedades, nos traen sufrimiento, angustia, miseria, nos causan un daño tremendo, nos causan disensiones, separaciones entre los miembros de la familia, y son también estos espíritus los que atan la vida de las personas, impidiéndoles que se realicen y que prosperen. Cuando una persona está bajo la influencia de estos espíritus, se vuelve amargada, infeliz, enojada... no se lleva bien con nadie, y nadie se lleva bien con ella. A esta persona todo le sale mal y acaba entrando en depresión porque no ve una salida. Pero hay una salida.
Hay momentos en la vida en los que sólo Dios puede comprender nuestro sufrimiento. En ese momento, nada de lo que el hombre haga o diga podrá aliviar nuestro dolor. Porque el dolor del alma sólo Dios puede aliviarlo. Y es en estos momentos cuando podemos comprender lo bueno que es tener alguien en quien confiar. ¡Dios es bueno! Después de todo, fue Él quien dijo: "Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me glorificarás." (Salmo 50:15)
Vengo a traerles hoy una afirmación que hizo el profeta Sofonías, y que muchas veces ni siquiera recordamos. Él habla de la presencia de Dios en medio de nosotros. Jesús declaró que donde dos o más personas estén reunidas en Su Nombre, allí Él estará presente. Pero no es frecuente que nos reunamos para estudiar