A veces nos enfrentamos a situaciones difíciles en la vida, y en esos momentos en que todo es gris, y el techo parece bronce, y sentimos que nuestras oraciones no son escuchadas, el enemigo intenta poner en nuestro corazón la duda de que Dios no está con nosotros. Sea firme en su caminar con el Altísimo y no crea en las mentiras del enemigo. ¡Dios nunca nos abandona!
¿Sabías que tus obras pueden hacerse en Dios o en el diablo? Si se realizan en el Señor, su recompensa estará aquí y en la eternidad. Sin embargo, si se ejecutan de acuerdo con el enemigo, no tendrás la recompensa del Padre, encontrarás que tu actitud abrió la puerta al ataque del oponente y, en el futuro, recibirás la condena por tu acto. No hay sentido hacer algo fuera de la voluntad del Altísimo.