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La Armadura de Dios y la Espada del Espíritu

Tenga en cuenta esto: el diablo es astuto. Es un bribón, un pícaro, un mentiroso... sabe exactamente cómo engañarte. El diablo es un estafador. — ¿Ya has visto cómo es un estafador? Siempre parece ser una buena persona, siempre educado, guapo, simpático, siempre con ganas de agradar, nunca te critica, solo habla bien... ¡ese es el diablo! — Él siempre te presenta una buena oferta. Y si usted no tienes los ojos abiertos, cae en el golpe del bastardo. Usted hay que estar siempre alerta para no caer en las astutas trampas del diablo. Y la única forma de no caer es estar en comunión con Dios a través de su Palabra. En la carta a los Efesios, el apóstol Pablo dijo: “Además, hermanos míos, esfuércense en el SEÑOR y en la fuerza de su poder. Ponte toda la armadura de Dios, para que puedas resistir las artimañas del diablo.” (Efesios 6:10-17). Y eso es lo que vamos a estudiar en el video de hoy.

Poder para derrotar el mal

Nuestra conversación de hoy va a ser larga, pero estoy seguro de que valdrá la pena. Son tres cosas muy importantes que quiero compartir con ustedes. La primera cosa que debes saber es que el Señor Dios te ha confiado Su poder para que puedas superar todos tus problemas. Segunda, que el propósito de esto es que nosotros, en Cristo, tengamos paz. Y la tercera que les voy a enseñar es cómo ponerse la armadura de Dios y cómo usar la Espada del Espíritu para derrotar a las fuerzas del mal. Estas Palabras que te voy a dar te convertirán en una persona ganadora en el mundo de los espíritus. Y traerán, además de solucionar tus problemas, la verdadera paz a tu corazón.

No somos del mundo

Hoy quiero hablar un poco más sobre la oración que Jesús hizo al Padre en favor de sus discípulos, no solo por los que estaban con él aquel día, sino por todos los que llegarían a creer en él a través de la Palabra de Dios. En esta oración, Jesús habló algo a lo que muchas veces no prestamos atención, pero eso es lo que nos diferencia de otras personas. Él dijo: “Yo les he dado tu palabra, y el mundo los odió, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los guardes del mal. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.” (Juan 17:14-16). Hay aquí tres cosas que quiero destacar y estudiar contigo.

¡Tenga Coraje!

Hay gente que se ensucia de miedo al enemigo. Surge una enfermedad, el médico dice que es grave y no tiene solución, la familia ya está desesperada, el paciente pierde la esperanza... Pero, ¿dónde está tu fe? ¿Usted no tiene un Dios? ¿Por qué no invocas a tu Dios? ¿No crees que Él puede hacer todo? Hay personas que solo creen cuando las cosas van bien — creen de boca para afuera — pero no hacen uso del poder que el Señor ha puesto a su disposición. Surge el problema y la persona se deja oprimir, y acaba conformándose con "que sea lo que Dios quiera"... ¡Que sea lo que Dios quiera no mi hermano! ¡No mi hermana! El Señor Dios ya ha dejado claro lo que quiere. Él quiere que te levantes, te pongas de pie en la fuerza de tu Dios y enfrentes el problema. Por más aterradores que sean tus enemigos, no te dejes intimidar... usa la autoridad y el poder que el Señor ha puesto a tu disposición. ¡Sé valiente!

Fe infalible - Elías y la viuda de Sarepta

Quiero estudiar con ustedes hoy un hecho que le sucedió al profeta Elías, porque a veces Dios nos habla, y somos como tontos, no creemos realmente, y conclusión: frustramos el plan de Dios. En el último estudio vimos que aquella mujer cananea, que tenía una hija endemoniada, por poco no perdió su bendición. Ella no estaba segura de que Jesús quisiera bendecirla e incluso ella no se creía digna de la bendición. Fue necesario que Jesús se metiera con su garbo para que ella reaccionara. Sucedió con el profeta Elías que, si él mismo no fuera un hombre de Dios, no cumpliría el plan de Dios.

Derechos Iguales

Nunca debemos despreciar lo que Dios nos enseña, ya sea durante la predicación de la Palabra o durante la lectura de las Sagradas Escrituras, porque todo lo que Él nos hace comprender, son dones que Él nos da. Y con estos dones, debemos ganarnos otros dones, porque en estos dones que Él nos da, está el poder de resolver nuestros problemas. Esta habilidad que el Señor nos da, es para siempre, nunca nos será quitada, porque "los dones de Dios son irrevocables", y nunca, bajo ninguna circunstancia, serán cancelados. Pero tenemos que ser conscientes de que el "Fitafuso", el "Gomalástico", el diablo del infierno siempre enviará a su secretaria para intentar desviar nuestra fe, o para intentar convencernos de que no lo conseguiremos, porque no somos dignos de tal bendición — ¡todo mentira! — Cuando el maligno ve que perderá el control de la situación, que su plan se va por el desagüe, pronto encuentra la manera de sembrar la duda en nuestros corazones. Pero si prestamos atención a lo que el Señor nos dice y hacemos de acuerdo con el entendimiento que Él nos ha dado en la Palabra, siempre ganaremos.

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