Nadie puede culpar a Dios por sus fracasos. La persona no busca a Dios, hace lo que quiere, muchas veces actúa como si fuera un animal irracional, y cuando la situación se vuelve difícil, la persona entonces quiere ser atendida por Dios. Entonces ella ora, clama, llora y no pasa nada. Y luego empieza a decir que fue Dios quien no quiso sanar, quien no quiso bendecir, quien no quiso prosperar... ella culpa a Dios por todo. Pero Dios no es responsable del fracaso de nadie. El Salmo 30:17 dice: "Justo es el SEÑOR en todos sus caminos, y Santo en todas sus obras." No es Dios quien pone sufrimiento en la vida de nadie. Él es el Señor que te sana. Él es el Dios que prospera, Él es el Dios que libera; pero si sigues metiendo la mano en lo sucio, te ensuciarás cada vez más.
Busque tener intimidad con
Continuando con nuestro estudio de la carta de Judas, que escribió a los cristianos de su época y a nosotros por igual, vimos que Judas comenzó la carta recordándonos que somos amados por Dios el Padre y guardados por Jesucristo para heredar la vida eterna. Sin embargo, nos exhorta a no abandonar la fe que nos ha sido dada, y también a mantenernos santos, teniendo en cuenta que muchos impíos se han levantado como "sacerdotes", y estos tales buscan convertir
Hoy vivimos en una época en la que Dios nos da la oportunidad de vivir con Él para siempre. El Señor ha registrado en las Sagradas Escrituras lo que podemos y no podemos hacer. Y por las Escrituras los hombres serán juzgados. Jesús dijo: Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue; la palabra que he predicado, que los juzgará en el día postrero. (Juan 12:47-48). Nadie necesita ceder al pecado para sentirse realizado en la vida. El Evangelio llena al hombre por completo, sacándolo de las manos del diablo y liberándolo de todo sufrimiento. Usted debes tener cuidado de no obedecer al diablo, quien, a toda costa, intentará llevarte a la perdición, donde el tormento nunca terminará. No seas rebelde. No busques nada que contradiga
En la carta que escribió Judas, hay algunos puntos que me gustaría estudiar contigo hoy, porque a veces leemos