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Dios te libra

Cuando alguien escucha lo que Dios habla, el Señor abre para esa persona una puerta, un camino, por donde los inmundos nunca pasarán... ese camino es Jesús, la Palabra de Dios. Si usted caminar por este camino, el diablo nunca te alcanzará... por este camino lo inmundo no pasa. Está escrito en el Salmo 18:30 que "El camino de Dios es perfecto; la palabra del SEÑOR es probada; Es un escudo para todos los que en Él confían." — Si andamos por este camino, estaremos resguardados, protegidos del mal, viviremos en paz y llegaremos a donde Dios quiere que vayamos, que es nuestra realización personal. Dios no hizo nadie para sufrir, no hizo nadie para que fuera miserable; nadie para estar incompleto, nadie para pasar por privaciones, para vivir en la miseria, en la escasez... ¡NO! Dijo por el profeta Isaías: "Si queréis y me oís, comeréis lo bueno de esta tierra." (Isaías 1:19).

Cómo disipar el mal de tu vida

El Señor Jesús dijo una vez que la lámpara del cuerpo son los ojos; para que si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo tenga luz. Sin embargo, si tus ojos son malvados, tu cuerpo será tenebroso. Por tanto, si la luz que hay en ti es tinieblas, ¡cuán grande serán esas tinieblas! Mi querido, querida mía, cuando escuchamos, cuando prestamos atención a la Palabra que el Señor habla a nuestro corazón, en ese momento recibimos de Él la oportunidad que necesitamos para solucionar todos nuestros problemas. ¿Y cómo podemos solucionar nuestros problemas? Esto es lo que vamos a estudiar en el video de hoy.

La bendición de Abraham

La Santa Biblia dice que una de las razones por las que el Señor Jesús se dio a sí mismo para morir en nuestro lugar fue "Para que la bendición de Abraham llegara a los gentiles [es decir, a todo el pueblo] por medio de Jesucristo" (Gálatas 3:14). ¿Qué bendición es esta? De hecho, hay muchas, pero el versículo lo trata como "la bendición de Abraham". ¿Qué le prometió Dios a Abraham?

¡Aquí no, Satanás!

Nuestro estudio de hoy comienza con un breve versículo escrito por el apóstol Pablo en su carta a los Efesios; pequeño, quiero decir, en la cantidad de palabras, pero aporta mucha información para nosotros. Dice: "No le deis lugar al diablo". (Efesios 4:27) —El apóstol Pablo escribió, pero quienquiera que nos esté diciendo esto es Dios. ¿Y qué está diciendo? Para que no le demos paso al diablo. Y muchos aún no comprenden esto, y están sufriendo porque están dando paso al diablo para que actúe en sus vidas.

Busque tu salvación

La salvación incluye muchas bendiciones. La principal bendición es la vida eterna, pero también incluye la sanidad divina, la liberación de cualquier obra mala, la prosperidad, la paz y la plena realización del ser humano. Mientras no invoques a Dios en tu corazón, no busques Su rostro de verdad, invitándolo a ser el Señor de tu vida, tu bendición no será completa. Para la persona salva, la que recibe a Jesús como Señor y Salvador, se convierte en un hijo de Dios. ¿Qué significa eso? Significa que ella se convirtió en heredera del reino de los cielos; ha llegado a tener derechos sobre todas las cosas, ha llegado a ser heredera de la mayor riqueza que nadie haya poseído jamás. La persona salva hereda todas las bendiciones de Dios. Tiene acceso al tesoro de Dios, donde hay todo lo que necesita para vivir bien y en abundancia.

Dios hace más de lo que pedimos o pensamos

El apóstol Pablo escribió a la gente de Éfeso diciendo: "Ahora bien, al que puede hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos, según el poder que obra en nosotros, sea gloria en la iglesia por medio de Cristo Jesús, por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén." (Efesios 3: 20-21). ¿Qué está diciendo Pablo aquí? Que toda la gloria debe ser dada a Dios, a través de Jesucristo, en todas las generaciones. Esto significa que fue así en el pasado y que debe permanecer así para siempre. — Pero eso no es lo que hemos visto. —  Una persona que no estudia la Biblia no puede imaginarse lo que se está perdiendo. Aquellos que no tienen contacto con las Escrituras no tienen comunión con Dios y, en consecuencia, no tienen la fe para superar los problemas que surgen contra ellos. Cualquiera que busque conocer a Dios encuentra que no hay razón para enredarse en ningún sufrimiento, porque Jesús prometió liberar a los oprimidos. Y se aseguró de que la persona que es liberada por Él será verdaderamente libre. Pero, la persona que no busca el conocimiento de Dios, pasa por la vida atormentada y esclavizada por las fuerzas de las tinieblas, y ni siquiera se da cuenta de que la causa de su sufrimiento es un enemigo, que ya ha sido derrotado por Jesús, y que ella es suficiente creer para estar libre del mal. Pero nuestra falta de conocimiento de las Escrituras hace que el enemigo pueda oprimirnos.

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