No dejes que el diablo te engañe más diciendo que tienes que sufrir por algún pecado pasado. Tan malo como el error que cometiste, ya no tienes que sufrir por ello, porque Jesús ya lo pagó. Nadie más puede aceptar pagar por algo por lo que Jesús ya pagó. No aceptes más rendir tributo al diablo, porque ya no tiene ningún derecho legal para oprimirte. No aceptes ser oprimido. No aceptes vivir una vida miserable, no aceptes vivir enfermo. No hagas inútil el sacrificio que Jesús hizo por ti. Cree, acepta ese sacrificio, porque a través de él te has reconciliado con Dios. Jesús pagó tu deuda y ahora no le debes nada a Dios. Tienes, a través de Jesucristo, libre acceso al Padre, para pedir y recibir todo lo necesario para vivir bien.