Cuando usted orar, recuerde que usted tienes que pedir a Dios lo que quieres, con tus palabras, expresando el deseo de tu corazón. Porque lo que le importa a Dios no son las palabras que vamos a decir, sino el sincero deseo de nuestro corazón. Él comprende nuestra oración y nos responde cuando somos sinceros y le decimos lo que queremos y necesitamos que Él lo haga. No tenemos que imitar la oración de nadie. Nuestras palabras deben expresar lo que hay dentro de nosotros. No imites la oración de alguien para ser bendecido, porque Dios mira dentro de tu corazón para ver cuál es tu verdadera voluntad. Tu oración puede parecerse a la de otra persona, pero las palabras tienen que salir de tu corazón. Cuando vayas a orar, ora de acuerdo con lo que, por