“Pero ustedes son la generación escogida, el real sacerdocio, la nación santa, el pueblo adquirido, para que puedan anunciar la grandeza de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.” - 1 Pedro 2:9
¿Cual es nuestro proposito?
Nuestro objetivo no es hablar bien o mal de ninguna religión, sino hablar la VERDAD. Nuestro propósito es abrir el entendimiento de las personas a las cosas que suceden en el mundo espiritual y que afectan la vida de todos los seres humanos.
Lo crea o no, usted estás compuesto de cuerpo, alma y espíritu — todos los somos — y de la misma manera que si nos falta oxígeno, si nos falta respiración, nuestro cuerpo muere, así también sin entender la Palabra de Dios nos estamos espiritualmente muertos, estamos separados de Dios.
Incluso si asistimos a religiones, si no tenemos verdadera comunión con el Padre, las huestes espirituales del mal pueden tocarnos, pueden entorpecer nuestros planes, nos roban la felicidad, en fin, nos aprisionan de tal manera que la vida en este mundo pierde su significado para nosotros. Por eso usted precisamente necesitas CONOCER LA VERDAD.
No importa cuál sea tu religión. Lo que verá en todos nuestros estudios es lo que está escrito en las Sagradas Escrituras, quizás desde un ángulo que nadie le ha mostrado todavía. Y estamos seguros de que si tomas posesión de la VERDAD podrás ganar cualquier batalla contra el mal.
“Santifícalos en tu VERDAD; tu palabra es la VERDAD.” - Juan 17:17
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El Señor es nuestra defensa
David declaró que Dios era su fuerza, y dice que cantaba alabanzas al Señor porque Dios es lo defendía. Él escribió diciendo: "A ti, oh fortaleza mía, cantaré alabanzas; porque Dios es mi refugio, Él es el Dios de mi misericordia." (Salmo 59:17). Y a menudo olvidamos esto: ¡Dios es nuestra defensa! Que es el Dios de nuestra misericordia. A veces leemos la Biblia queriendo una palabra para alimentar nuestro espíritu, para llenar un vacío dentro de nosotros, pero si antes de leer la persona no ora y le pide a Dios que le hable a su corazón, ella leerá y solo estará en ese entendimiento natural. Pero cuando meditas en la Palabra, sin prisa, y dejas que el Espíritu Santo hable, entonces sí, encuentras que en cada versículo hay un tesoro por explorar. Este entendimiento que David tenía de la Palabra es lo que debemos buscar, y el Señor ciertamente quiere darnos este conocimiento también. Sin la revelación de la Palabra de Dios, vivimos tropezando y no logramos nada en la vida.
